¿Resultado o rendimiento?

Marcador: 21-24. Tu equipo está por detrás y tienen el saque. Si se equivocan, el oponente gana. Si sacan bien, están un punto más cerca. ¿Saldrá bien el saque? Si dejan el saque en la red, todos verán que perdieron el set. Porque golpeas la red.

Marcador: 24-21. Tu equipo va ganando y sabes que puedes darle la pelota a tu atacante más fuerte, pero ¿y si la recepción no es buena? O colocas mal... Oh no, entonces el entrenador lo verá y podría sustituirte. Tú no quieres eso porque luego todo el mundo te mirará.

De nuevo en el banquillo... Justo cuando mis padres han venido a verme, estoy parado al borde de la pista. ¿Puedo jugar? Oh, no... Lo principal es que juegue bien; de lo contrario, volveré al banquillo, ¿y entonces qué pensará mi padre de mí? Luego me sentiré avergonzado.

Estos son algunos de los pensamientos que tienen jugadores de distintos niveles. Es posible que los reconozcas de cuando eras de jugador. No es nada extraño, porque como entrenadores, nosotros mismos fomentamos este fenómeno. Ahora, puede que reconozcas esto:

Durante el entrenamiento, estás trabajando en una táctica de juego y uno de los jugadores tiene que sacar. La pelota se lanza demasiado atrás. No saca el brazo a tiempo para golpear y saca con todas sus fuerzas, aunque sin control. La pelota vuela por el aire y amenaza con salir fuera. Justo antes de "salir", uno de los jugadores intenta recibirla y toca la pelota.. Sí, es punto: "Buen saque... ¡Punto... Punto!".